sábado, 12 de março de 2011

ELPAIS.COMInternacional El accidente en una central nuclear de la prefectura Fukushima (norte de Japón

El accidente en una central nuclear de la prefectura Fukushima (norte de Japón) es ya el peor que se ha vivido desde la catástrofe de Chernóbil (Ucrania) en 1986. El fallo en el sistema de refrigeración del reactor 1 de la planta nuclear de Daiichi, tras el terremoto y el tsunami que asolaron ayer el país, ha sido catalogado por las autoridades como de categoría 4. Esto equivale a un "accidente con consecuencias de alcance local" según la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES), que contempla como categoría máxima la 7. Solo en dos ocasiones se han registrado accidentes peores: se trata de la explosión en Chernóbil (categoría 7, "accidente grave") y de la fusión, en 1979, de un reactor en la central estadounidense de Three Mile Island (categoría 5, "accidente con consecuencias de mayor alcance").

La confirmación de los problemas en la central japonesa de Fukushima ha dado nuevos argumentos a la organización ecologista Greenpeace, una de las más constantes detractoras de este tipo de energía. "Han fallado las medidas de protección física que supuestamente deberían haber aislado la radiactividad del medio ambiente", afirma la ONG en un comunicado.

En declaraciones remitidas a los medios de comunicación, el director de la campaña contra la nucleares de la organización, Jan Beranek, afirma: "Cualquier cantidad de radiación que se libere a la atmósfera pone en riesgo la salud de las personas de la zona, la salud pública y el medio ambiente. Tanto en el caso de que se haya producido una fuga en la central nuclear de Fukushima, como si se ha forzado deliberadamente el escape, el hecho de que se hayan vertido a la atmósfera gases contaminados radiactivamente procedentes del reactor implica que han fallado claramente las medidas de protección física diseñadas para aislar la radiactividad del medio ambiente".

"La industria nuclear nos dice que accidentes como este no pueden pasar con reactores modernos, pero hoy Japón está en medio de una crisis de consecuencias potencialmente devastadoras por culpa de la energía nuclear", ha añadido Beranek.

La organización aprovecha, por tanto, para pedir el cierre de todas las centrales.

Greenpeace afirma que las nucleares aportan el 29% de la energía que consume Japón, y remite a un informe en el que se indica que el país puede sustituirlas por otras fuentes.

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